Inaugurando una nueva sección del blog, les presento a continuación una selección de materiales interesantes con los que he trabajado esta quincena. Considero de interés compartir lo que pueda ser de utilidad a la hora de abrir nuevas áreas de estudio e investigación (o de profundizar en las ya abiertas).
Comenzamos con el artículo de Brendan McBreen Ukraine: Lessons for Leaders
What should Marines learn from this modern war?
Publicado en The Tactical Notebook de Bruce Ivar Gudmundsson, recoge en 10 puntos los aprendizajes que los Marines de los EEUU pueden recoger de la guerra en Ucrania. Bien referenciado y con abundante enlaces a fuentes documentales, es de lo mejor que he estudiado en este septiembre.
Las 10 lecciones de la guerra en Ucrania:
1. El campo de batalla es totalmente transparente. Los drones están en todas partes, todo el tiempo. Tenemos que dispersarnos, camuflarnos y movernos para sobrevivir.
2. Cada señal es un objetivo. Tenemos que reducir las emisiones y enmascarar nuestras señales.
3. La red moderna de vigilancia en tiempo real y con todas las fuentes no es nuestra. Necesitamos utilizar fuentes comerciales de información.
4. La artillería mata a todos. Los cohetes matan. Los misiles matan menos. Necesitamos artillería. Necesitamos proyectiles de artillería.
5. Las redes de fuego modernas pueden ver, atacar y destruir en 60 segundos. Necesitamos inhibidores contra drones para atacar a la cadena de destrucción enemiga
6. Un solo tanque es el arma más letal en cualquier campo de batalla. Necesitamos tanques para apoyar a la infantería en terreno cerrado.
7. Los helicópteros son vulnerables a los sistemas portátiles de defensa antiaérea (MANPADS). No podemos asumir la capacidad de utilizar helicópteros para evacuar bajas. No podemos dar por sentado que los helicópteros podrán hacer algo en las zonas de vanguardia.
8. El combate terrestre es de alta intensidad, a gran escala, a largo plazo y mortal. Necesitamos reemplazos de bajas para mantener nuestras unidades de combate terrestre.
9. La defensa es ahora la forma más fuerte de guerra. Tenemos que ser capaces de defender las ciudades de los ataques mecanizados.
10. Interferir el GPS es más eficaz que interferir las radios. Necesitamos métodos de respaldo para la navegación y la puntería.
Otra interesante reflexión sobre el mismo tema y del propio Bruce Ivar Gudmundsson en English-Speaking Pundits and the Russo-Ukrainian War, que contiene perlas como esta:
Dicho de otro modo, los creadores de la literatura anglófona sobre la actual guerra de Ucrania ven ese gran acontecimiento a través de dos lentes dolorosamente estrechas. Una de ellas, formada por los relatos convencionales de la experiencia reciente de los ejércitos anglófonos, limita los tipos de maniobras marciales que pueden imaginar. La otra debe mucho a los numerosos melodramas realizados por el cineasta estadounidense más influyente del último medio siglo.
En tercer lugar, el artículo publicado en la interesante página francófona La voie de l’épée Le cerveau du chef de groupe de combat comme priorité stratégique; Colloque «Pour une gestion optimale du stress»- 28 septembre 2022 Ecole du Val-de-Grâce, una pieza teórica más para los buscadores de la excelencia.

En cuarto lugar, y siguiendo con la temática de la excelencia, una reseña del libro de Leidy Klotz, Subtract: The Untapped Science of Less (Flatiron Books, 2021), realizada por J. Alexander Thew y titulada Doing Less to Do Better: Why the Military Can’t Solve Its Overwork Problem.
En quinto lugar, desde la Federación de Rusia, una realista y sensata reflexión sobre la aterradora realidad del armamento nuclear. Escrito por Aleksey Arbatov y publicado en el RIAC, Nuclear Metamorphoses incide en la temática principal de todas en los tiempos que corren, la posibilidad de una Guerra Nuclear. Este es el abstract traducido:
La comunidad internacional que reúne a políticos civilizados y expertos en estrategia suele aceptar la máxima sacramental de que «la guerra nuclear no puede ser ganada y nunca debe librarse» y que «las armas nucleares -mientras existan- deben servir para disuadir la agresión y prevenir la guerra». Sin embargo, estos principios bienintencionados son más fáciles de proclamar que de traducir en políticas prácticas. Aunque el desarrollo de todas las armas nucleares en todos los países se justifica por el imperativo de la disuasión, todas estas armas están, de hecho, diseñadas para la conducción real de una guerra nuclear, sirviendo así de base material de las doctrinas de la disuasión nuclear. En función de los escenarios de utilización de las armas nucleares, bajo la influencia del desarrollo tecnológico y en medio de intensos conflictos internacionales, estas doctrinas de disuasión sufren aterradoras transformaciones (metamorfosis), convirtiéndose en su contrario, es decir, en planes y opciones prácticas de desencadenar una guerra nuclear. Recientemente, esto se ha manifestado en el discurso estratégico ruso sobre las formas de completar rápida y exitosamente la operación militar especial en Ucrania. Tales iniciativas son proclives al peligro de suicidio nacional ruso. No hay alternativa aceptable a una solución pacífica del conflicto ucraniano, y los desacuerdos sobre sus términos no merecen el riesgo de un apocalipsis nuclear. La disuasión nuclear y la guerra nuclear sólo pueden separarse realmente mediante tratados de reducción y limitación de armas nucleares. Las fuerzas nucleares y los sistemas de armamento cubiertos por tales acuerdos sirven principalmente al propósito de la disuasión, mientras que los que quedan fuera del control de armas encarnan predominantemente medios y planes de lucha bélica nuclear.

En sexto lugar, un apartado para la práctica, una colección de problemas para solucionar, a modo de entrenamiento, de manera individual o en grupos de trabajo. Presentados así por Gudmundsson:
En 1893, Alfred Graf von Schlieffen planteó un problema a los oficiales del Gran Estado Mayor de Berlín. Ambientado en lo que entonces era el «aquí y ahora», este problema ponía a cada uno de ellos en el papel del general al mando del II Cuerpo de Ejército Bávaro, quien, en el primer día de una guerra entre el Imperio Alemán y la República Francesa, se encuentra haciendo frente a un ataque por sorpresa.
En el juego original, el general Schlieffen identifica al protagonista por su cargo. Sin embargo, todo el mundo sabía que el general al mando en cuestión era Otto von Parseval. Por esa razón, y para proporcionar un poco de interés humano, esta versión del problema identificará al protagonista como tal.
Parseval’s Quest (Background)
A decision game from 1893

Parseval’s Quest (First Problem)

Parseval’s Quest (First Solution and Second Problem)

Parseval’s Quest (Second Solution and Epilogue)

En séptimo lugar y para terminar con este pase de revista quincenal, terminamos con un enlace a una peculiar página, con unos recursos que no dejarán indiferentes a las personas aficionadas a las comunicaciones.
Walt Gromov’s Radio Museum. Communications in WWI and WWII
